Mentiras sobre los microondas (II)

Hoy la segunda parte:

2. Peligros de estar cerca
Otra de las cosas que se oyen a menudo acerca de los microondas es que es peligroso estar cerca de uno cuando está funcionando. Esto también es, dicho de manera absoluta, una falsedad, y está bastante más extendida que las relacionadas con la comida.
Para entender por qué esto no tiene mucho sentido, debemos recordar algunos conceptos sobre las ondas electromagnéticas y los metales. En primer lugar, los metales reflejan muy bien las ondas electromagnéticas, como puedes comprobar al mirarte al espejo. La razón es que, al recibir la onda, los electrones de la superficie del metal utilizan la energía recibida para moverse por dicha superficie y la onda no llega a penetrar en el interior del metal. Los metales son opacos por la misma razón las ondas electromagnéticas no los atraviesan, sino que mueven los electrones por su superficie y “rebotan”, es decir, se reflejan. De manera que, como el microondas es una caja de metal, las microondas se reflejan en las paredes y no pueden salir. Por lo tanto, no pueden alcanzarte y dañarte en absoluto.
Ahora bien, supongamos que algo va mal y las microondas salen del horno – ¿qué te pasaría entonces? Bien, la respuesta depende de a qué distancia te encuentras y durante cuánto tiempo ocurre, pero (salvo que tengas un marcapasos, en cuyo caso es muy peligroso porque pueden interferir con su funcionamiento y pararlo) las microondas hacen básicamente una cosa: calentar. El peligro que tienen es que te produzcan quemaduras, y lo harían bastante rápido –fíjate a qué velocidad cocinan los alimentos— , aunque por supuesto notarías el calor y podrías apartarte o apagar el aparato.
¿Por qué digo esto? Porque mucha gente piensa que, si el microondas deja salir parte de las microondas, puede que poco a poco te vaya produciendo un cáncer, y cosas de ese estilo. Esto no tiene ninguna base científica: las microondas calientan las cosas. Punto.
Para producirte un cáncer, las ondas tienen que ser capaces de alterar la secuencia de ADN en el núcleo de tus células, y para eso hace falta mucha energía – radiación ultravioleta o más energética. Las microondas pueden dañarte quemándote si tienen suficiente intensidad, pero no producirte un cáncer.
En resumen – si tu microondas no tiene agujeros en la estructura ni la puerta está muy desencajada, no existe ningún peligro en estar cerca de él cuando funciona. E incluso en el caso de que dejase salir microondas, no es radiación ionizante, de modo que no puede causarte un cáncer, sino quemarte (o parar tu marcapasos).
“Pero el microondas no es una caja – en la puerta hay un cristal a través del
cual puedes ver el interior por unos agujeritos. Si puedes ver el interior, las
microondas pueden salir por los agujeritos y dañarte.”
Pues no. La razón de que esto no pase tiene que ver con otra propiedad de las ondas (no sólo de las electromagnéticas sino de todas las ondas): una onda no puede atravesar bien un agujero que sea mucho menor que su longitud de onda. Si el agujero es algo más pequeño que la longitud de onda, la onda consigue atravesarlo pero le pasan cosas raras (se difracta), pero si el agujero es mucho más pequeño, entonces no pasa al otro lado (o lo hace con una intensidad despreciable).
Puedes pensarlo así: si el agujero es mucho más pequeño que la longitud de onda, la onda “no cabe” por él.
Las ondas que emite un microondas tienen una longitud de onda de unos 12
centímetros, más o menos del tamaño de tu mano. Pero los agujeritos de la malla de metal de la puerta del microondas (fíjate en ellos) tienen alrededor de 1 mm de diámetro: 120 veces más pequeños. Por lo tanto, las microondas no pueden pasar por los agujeritos de la puerta, ni por las rendijas de la puerta, ni nada parecido. Si tuvieras un señor agujero de 5 cm en el microondas, o la puerta no cerrase bien y dejase una rendija de 8 cm de ancho – entonces tendrías un problema. Pero tiene que ser un pedazo de agujero o rendija, y te aseguro que no te pasaría desapercibido.
“Pero, entonces, ¿por qué podemos ver el interior? ¿No es la luz simplemente otra onda electromagnética? ¿Cómo puede salir?”
La longitud de onda de la luz visible es más o menos cien veces mayor que el tamaño de un átomo. Los agujeros de 1 mm son miles de veces más grandes que esa longitud de onda, de modo que la luz pasa sin ningún problema a través de ellos: por eso están ahí, porque son suficientemente grandes para que veas a través de ellos el interior, pero suficientemente pequeños para que las microondas no puedan salir del aparato. Está bien pensado, ¿no?
“Pero si escuchas la radio cerca del microondas cuando está funcionando,
notas interferencias y un ruido raro. ¿No demuestra eso que está emitiendo
“algo”?”
En efecto, está emitiendo “algo”, pero no son microondas. La frecuencia de las microondas del horno es de unos 2.4 GHz, mucho más alta que la que puede recibir la radio (las ondas de radio tienen aún menos energía por fotón que las microondas). Si recibes interferencias cuando el microondas está funcionando, prueba a encender el aspirador y verás que también ocurre lo mismo (y el aspirador no tiene nada que ver con las microondas). Esto ocurre con casi todos los aparatos eléctricos que tienen algún tipo de motor (como el que mueve el plato giratorio del microondas).
Y antes de que lo preguntes, no existe ningún estudio científico que demuestre ningún peligro por parte de las radioondas emitidas por los microondas. Su intensidad y su baja frecuencia hacen que no supongan ningún peligro para nosotros – una vez más, salvo que utilices marcapasos, pero entonces hay bastantes cosas con las que deberías tener cuidado.

Mañana tratare el tema de los metales dentro de los microondas.

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